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PEZONERAS ¿ALIADAS O ENEMIGAS?

Pezoneras ¿aliadas o enemigas?

 

Hace unos años las pezoneras eran casi demonizadas por las asesoras de lactancia, porque se alegaba que interferían en la lactancia .

Hoy día se sabe que unas pezoneras, bien elegidas y bien usadas, pueden ser de gran ayuda para salvar una lactancia

 

Entonces, ¿cuándo se recomienda el uso de pezoneras?

 

  • •Cuando hay grietas o dolor en los pezones, en algunos casos el uso de las pezoneras mejora el dolor. En estos casos, podemos decir que son un apoyo a la lactancia hasta que se soluciona la causa original de los problemas.
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  • •Cuando hay problemas de agarre o de succión, por ejemplo cuando hay una anquiloglosia o frenillo corto.
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  • •Cuando la boca del lactante es muy pequeña; pezones excesivamente grandes; bebés cuya succión es muy débil (por ejemplo, prematuridad).
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  • •Si el agarre al pecho es difícil debido a los pezones maternos planos o invertidos, después de haber agotado otras estrategias.

 

 

¿Cómo sé qué medida pezonera debo elegir?

 

Medela por ejemplo dispone de tres tallas de pezoneras: 16mm, 20mm, 24mm.

En las tiendas, si no lo especificas, te venden por definición la medida estándar (20mm) y por muy estándar que sea es muy posible que no sea la adecuada.

Las pezoneras deben usarse con precaución bajo la supervisión de un experto en lactancia.

A menos que se utilicen correctamente, pueden contribuir a un aumento de peso inadecuado porque la transferencia de leche al bebé puede verse afectada.

Recuerda que la talla adecuada evita que el pezón se lastime.

 

Y ¿cómo se colocan?

 

Las pezoneras no se dejan sobre el pezón y la areola, es necesario evertir las alas para que la pezonera haga el vacío y se agarren al pezón.

Si están mal colocadas, el bebé al moverse las puede desplazar a cada momento, lo que produce una lucha constante y agotadora.

Si no se consigue un agarre óptimo, el bebé no va a conseguir una buena transferencia de leche y, además, al intentar presionar sobre el capuchón puede causar heridas sobre el pezón.

Además hay que tener muy en cuenta la eficacia de su uso, comprobando que el bebé consigue un buen agarre, aumenta debidamente de peso y extrae la suficiente leche.

 

 

¿Y el riesgo de que se haga dependiente de las pezoneras?

 

Esta es la principal crítica en contra de las pezoneras. Mucha gente dice que lo mejor es evitarlas porque puede hacer que el bebé aprenda a tomar el pecho de una forma diferente y esto dé lugar a que no pueda prescindir nunca de ellas.

Ese riesgo existe. Pero cuando una lactancia es tan dolorosa o poco efectiva que está en juego perderla definitivamente, este es un mal menor.

Y además, una vez solucionados los problemas que nos llevaron a usarlas hay formas adecuadas para retirarlas.

 

 

Estrategia para la retirada del uso de pezoneras

 

 

  • Prueba a quitar las pezoneras después de la toma, cuando el bebé está lleno, somnoliento y sigue succionando.
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  • También puedes probar a quitar la pezonera en medio de la toma. Si el bebé se muestra contrariado, intentarlo de nuevo más tarde.
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  • Muchos bebés aceptan de manera espontánea la retirada sin necesidad de una transición.
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