Aquí os comparto una meditación que he traducido del libro de Bianca Buchal, Gravidanza Consapevole. Cuando la leí pensé en todas las parejas que venís a verme por temas de fertilidad, desesperanzadas, fracaso tras fracaso, entre ciclos de reproducción asistida. Creo que esta meditación os puede ayudar a volver a conectaros , y sobretodo a conectar con el alma de ese bebé que está por venir.
«En la imaginación tú, futura mamá y tú, futuro papá, id a encontraros con vuestro bebé y dialogad con él.
Será un diálogo especial, porque el bebé que está por venir, todavía no pertenece a vuestro mundo ni conoce vuestra realidad . Sin embargo, esta criatura está infinitamente cerca de vosotros, es parte de vosotros. Su destino es vuestro destino, su cuerpo es vuestro cuerpo, es por ésto que entre vosotros se da una sutil comunicación.
El modo para que este diálogo sea posible es estar receptivos, como receptivo estará vuestro pequeño, y poneros en un estado de escucha profunda, consciente y abierta.
Ahora cerrad los ojos, relajarlos durante unos minutos y seguid el ritmo de vuestra RESPIRACIÓN, cada vez más lento y profundo. Dejad a un lado vuestras preocupaciones, vuestras opiniones, vuestras exigencias, y dejar que la respiración continúe sola.
A continuación, en esta consciencia silenciosa podéis encontrar un lugar: en la profundidad de los océanos o en la cima de las montañas, en el desierto, en la playa, en el bosque, en el centro de la tierra o en una estrella. Entre todos los lugares que aparezcan en vuestra fantasía elegid aquel donde se inicia la vida, aquel donde podéis encontrar al ppequeño de vuestros sueños.
Ahora viajad a través de varios estratos de tejido fino hasta encontrar la PLACENTA, a través de la maravillosa geometría de las células hacia el lugar profundo donde se crea la vida hasta llegar a ese lugar donde vive vuestro bebé.
Un corazoncito late, una forma se mueve en el líquido amniótico, suspendida en el espacio. Vuestros ojos todavía no ven las formas familiares, pero estáis ahí con vuestra consciencia.
Tenéis la sensación de la presencia de una criatura: ¡es vuestro niño!
Tomad el tiempo necesario para crear un contacto con esta presencia y estar muy atentos a cada mensaje que os podrá llegar. La presencia del bebé es ya un mensaje.
Percibid su estado de ánimo, su ser. Os llegarán mensajes de una claridad sorprendente, vuestro pequeño se comunicará con vosotros activamente. ¡Escuchadlo!.
Os dirá de dónde viene. Cuáles son sus deseos. Os hablará de sus capacidades. Cuando lo escuchéis, poned atención en no interferir con proyecciones y deseos vuestros.
Ahora os toca a vosotros comunicaros. Podéis expresarle todo lo que sentís , las ganas de tenerlo entre vuestros brazos y la alegría de saber que existe. Podéis transmitirle las imágenes de las cosas más bellas del mundo en el cual él nacerá.
Podéis continuar el diálogo todo el tiempo que queráis o retomarlo a intervalos.
De esta manera crearéis un vínculo profundo prenatal»